Tokio 2020: olimpiadas, marcas y videojuegos...

Que agosto eleve su bandera  febril expandiendo su ola de candor tropical y con su horma natural que no se limita a cumplir del 1ro al 31 de agosto sino que se explaya hasta octubre y azuza a ese noviembre indeciso es normal, y más si viene colmado de ese encuentro en el atlántico y cuya invitación recibieron los orfebres de la curiosidad para abrir la ventana a Tokio 2020.

Hubo resultados estampados de sudor y lagrimas de emoción. Quedaron enlaces amistosos y sobretodo el aprendizaje que contribuye con el ingrediente base de los deportistas: la continuidad sostenible. No basta entrenar. Hay que saber proteger y ser acucioso en la atención cuyo equivalente en los atletas significa patrimonio:  el cuidado de sus marcas, de sus propias metas y las del equipo, de su logro personal y familiar que si bien resultaron materializarse en medallistas no significa que quienes no la lograron o consiguieron podio distintos al primer lugar están en escalafones sin crédito. Por el contrario: el hecho de haber participado ya es triunfo, es logro loable y digno del reconocimiento de por vida por parte de la sociedad, de las empresas privadas y países que representan para seguir, bien sea para Tokio 2020 u otros eventos que sirven de zócalos para las olimpiadas que según lo visto en la clausura será más que sushi, zen o samuráis voladores a no ser que ese Mario Bros empiece a entrenar, o suelten al gato cósmico formalmente porque según aflora en internet representa valores acordes con los precios que presentaron en Rio 2016: ecología y conciencia como signo distintivo de los deportistas. Pronto se sabrá.

Ahora, otros datos cardinales que también quedaron de la ribera opuesta al vergel nipón dónde estarán meditando la prosperidad y equilibrio con los neones para el 2020 es que hay premura en que más personas se unan a la conciencia por un planeta más verde y azul. Y tanto es así que plantean como reto medallas producto del reciclaje de dispositivos informáticos y que la pugna suprema es por el diseño del estadio olímpico de Tokio: No son pocos los arquitectos, ni exclusivamente japoneses la mescolanza para presentar proyectos: asunto que denota algo poco comentado del país asiático: la ortodoxia bien puede salir, subir un peldaño y ser más amigable y compatible con la bandera del comercio actual y que en el presente bien sabe mover a su antojo: tecnología, empaques, redes sociales y bien llamativo en la clausura su proyección pomposa en el segmento de videojuegos: presentaron al personaje que escenifica la captación del futuro cónsono con el mundo deportivo para cumplir, y luego no menos con el animo productivo, digital y abrumadoramente oportuno para las marcas, la publicidad y la opinión que correrá en el 2020: con Mario Bros ¿o será con Doraemon?: ese idílico gato cósmico que viene del futuro y que postula la actualidad con aciertos del vetusto siglo XXII.

Algo que también causa expectativas, es cómo va ser atendido el peregrinaje olímpico en la sede cuya notoria actividad de gestión de riesgos será en el país dónde sus cimientos descansan sobre la masa ígnea mientras compiten por sobrevivirle a la infertilidad sin que eso les haya impedido convertirse en sello de exportación, y donde el cultivo de arroz y pesca de atunes hizo notoria la moda de los sushi en la década de los ‘80 y ’90. Y eso, sin considerar la colonia de japoneses fuera de Japón y que vive en Brasil, país antagónico a la isla asiática: ¡¡Vaya gestión!!

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Medallas Olímpicas: riesgos y victoria...

Todos, bien en el bullicio frente a cualquier pantalla o viendo los videos desde sus tablets y celulares comentan tal o cual atleta, hablan del zoom más vistoso que corre en internet sin dejar de decirlo: ¡Más atletas! ¡más países! Más
competidores favoritos y no menos de otros que van a dar lo mejor de sí aunque sea para procurar el triunfo de la bandera, más allá de la defensa del carril que representa: eso también es Olimpiadas: marca de país, de bandera, de industrias y fabricas de triunfos y autoestima: es la economía de un mercado de sobrevivencias. Admirable espectáculo que se ve en las piletas, en el tartán, en el tatami, en la arena, en las barras, aros, velas y cuanta modalidad para dosificar las estadísticas del triunfo-país que se haya planificado para hacer sonar el himno y ondear la bandera que causa tanta emoción en los espectadores y que también se preguntan:

  • ¿Cómo seleccionan los atletas?: ¿Van únicamente los que tienen más probabilidades de medallas? 


  • ¿Acaso los países están administrando sus riesgos ante la inminencia de la cuantiosa presencia de chinos y japoneses, de los húngaros que han ganado espacio en las marcas de la natación y dónde el financiamiento de grandes, medianas y pequeñas empresas es notable para apoyar a sus atletas?: ¿Quiénes son los países que más atletas han enviado a las Juegos Olimpicos? ...¿Los que han querido hacer marca país?...¿Son privilegiados los superpoblados: China, India, Brasil, Rusia, Usa, o los países remotos que anhelan la cordialidad humana: Australia? ...¿Los que han sembrado la estimulación deportiva en cada mesa, en cada desayuno diario para exportar lo mejor de sus municipios valorando más el aprecio por el oficio que lo que dice el promedio de las estadísticas de que cada tantos y cuantos habitantes salen atletas de primer orden?... ¿O no es bien cierto que buen porcentaje del logro no sucede sin motivación? ...¿Acaso los que han cambiado la dieta cárnica por la de alimentos ricos en fósforo?...¿Los que presenciaron la segunda guerra mundial y ahora producen para sus familias y la distinción civil? 
Todas esas y otras más son opciones válidas que afirman el modo de cómo los países pueden administrar sus riesgos deportivos, naturales, civiles, y que en definitiva causan hechos, resultados y promedios para las medallas en los Juegos Olímpicos.

@seguros9

Juegos Olimpicos: vida, longevidad y pensión

La inevitable euforia de apreciar los logros de los cuerpos y mentes más resaltantes del planeta está sucediendo en el país dónde la música #Rio2016 el clima y la jovialidad hacen reconocerlo como
cuna de la emoción, centro neurálgico y pulmón del planeta junto a países cuya identidad clave nos coloca como exportadores desde hace décadas: los latinos y su actitud de buen ánimo: latinoamericanos con raíces de todo el mundo que han ido formándose con avidez de autonomía, haciendo, en muchos casos, lo que en sus países por diversos motivos ha sido cuesta arriba.

Y es que formar parte de tal bondad tiene también su rigor cultural dentro del entorno latino; y muestra de ello es que al manejar conceptos de previsión, de planificación, pareciera ser signo de exageración y seriedad, de contrariedad con la identidad que mueve los músculos sociales: la sonrisa, la afabilidad, la despreocupación, la no-estima de generar previsibilidad para el futuro. Todo va en un compendio que no es motivo para juzgar sino para compartir y facilitar la visión que tanto ha ayudado a otras sociedades, a otros países que lo han inculcado en sus matrices básicas de sustento dentro de la economía familiar, economía patrimonial que forja la estabilidad de nación: Y si no es así:  ¿Cual es el efecto sobre los naciones cuyas familias son estables?
@seguros9


Y si bien es imposible no compartir la alegría de quienes han sudado para presentarse en tal evento, también es cierto que cabe pensar en su futuro, sobretodo, desde la óptica afable de los latinos: 


Son reflexiones que como latino veo presente en nuestra sociedad a diario, a nuestra sociedad que también avanza para crear estabilidad patrimonial.

@seguros9





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"El seguro: progreso de nuestra civilización"