Plantas industriales: cómo asegurarlas.


Para proteger su planta y su mercadería, el industrial recurre a distintos seguros. Sin embargo, la demanda se concentra cada vez más en la cobertura de Todo Riesgo Operativo que ya casi desplaza a la tradicional de Incendio.

Asimismo, el incremento de la litigiosidad impulsa a las pólizas de Responsabilidad Civil (RC) De este modo, el fabricante se protege desde la contaminación súbita y accidental hasta de los daños que un producto puede ocasionarle al consumidor o usuario. “Interpretamos que la mejor manera de relacionarse a largo plazo con un cliente es brindando protección al negocio. Ante una fatalidad se paga el siniestro. Pero pueden quedar también involucradas otras cuestiones, como la marca”, reconoce Estanislao Mora, suscripto Senior de Chubb Argentina.

Ante esa posibilidad, los industriales le dan ahora más importancia a las pólizas contra terceros que a las patrimoniales. No existe ningún tipo de seguro obligatorio para este sector. Por otra parte, nadie puede obligarte a resguardar tus activos”, agrega Carlos Facal, director Académico del Posgrado en Seguros de la USAL. Pero la necesidad manda. Y, hoy por hoy, la industria está acechada por múltiples peligros.

Sin duda, la cobertura de Incendio es un clásico. Nacido originalmente con la catástrofe de 1666, en Londres, algunas organizaciones pequeñas y medianas siguen contratándolo pues su exposición al riesgo es baja. Además, es un buen paraguas" para una amplia gama de contingencias (fuego, rayo, explosión, entre otros). “No obstante ello, la cobertura de Todo Riesgo Operativo (TRO) lo reemplaza cada vez más”, advierte Tomás Sinclair, presidente de Gamasi, asesores de seguros. Por eso, ocho de cada 10 clientes -sin importa su tamaño- prefieren TRO a Incendio, según los expertos.

Todo Riesgo
Además, la póliza de Todo Riesgo se la puede ampliar de acuerdo a las necesidades de cada uno. Por ejemplo, se lo puede extender a lucro cesante, proveedores, rotura de maquinarias o consumidor final. Esta situación se da porque abarca cualquier daño súbito salvo los expresamente excluidos en el contrato.

Existe como una regla tácita: a partir de los $ 10 millones, se justifica tomar una póliza de Todo Riesgo Operativo”, indica Marc Herzfeld, director Ejecutivo de Alea broker de seguros. Cabe recordar que esta cobertura se creó allá por los años ‘90 en Gran Bretaña. “En la Argentina, se la comenzó a utilizar a mediados de esa década. Pero, cobra ímpetu pasado el 2000”, subraya Silvina Carrizo, subgerente adjunto de El Comercio Seguros.

Según los analistas, otro de los atractivos de esta cobertura es abaratar costos. “Desde mi punto de vista, lo más positivo de esta cobertura no pasa por el precio sino porque se cuenta con un solo vencimiento y momento de renovación”, marca, no obstante, Mora.

Por otra parte, el aumento de los robos y de las exigencias del público lleva a una demanda sostenida de póliza de transporte. “Hoy por hoy, no falta nunca esta póliza porque los productos deben llegar al cliente en buen estado. Es bien sabido que la cadena de valor termina en el consumidor final”, puntualiza Hernán Cantillo Perdomo, profesor de Administración del Riesgo y Control de Pérdidas en la especialización de seguros de la USAL.

Ante ese panorama, una cantidad cada vez mayor de industrias complementa la cobertura de TRO con una de RC. “La Responsabilidad Civil cobró fuerza cuando muchas fábricas argentinas salieron a exportar. La tomaron para poder ingresar sus productos a otros mercados. Asimismo, las firmas internacionales visitaron a sus clientes locales y le exigieron esa póliza”, comenta Cantillo Perdomo.

Responsabilidad Civil
No se puede dejar de lado que el ejercicio de la actividad de una planta fabril o su mercadería puede producir accidentes a terceros. “En los últimos años, el crecimiento de la litigiosidad influyó en la demanda de esas coberturas”, destaca Juan Segundo Herran Marco, gerente de Siniestros-Seguros Generales de Mapfre.

Por ese motivo, nueve de cada 10 fábricas están protegidas por una cobertura de RC. Incluso, los seguros Integrales de Comercio cuentan con una Responsabilidad Civil limitada. Es importante recordar que tal decisión se basa en lo fijado en los artículos 1.902 y 1.903 del Código Civil. Ellos determinan que aquel que por su accionar culposo o negligente ocasione un daño a otro, es responsable de repararlo. También deberá afrontar los inconvenientes producidos a terceros para los productos que haya diseñado, manufacturado, construido, instalado, vendido, tratado o reparado.

Ahora, los empresarios del país se dan cuenta que no basta con resguardar la propiedad sino también los peligros propios de su industria y mercadería”, enfatiza el profesor de la USAL.
Debido a ello, en los últimos tiempos, existe un creciente interés por las coberturas de RC de producto. “Estas pólizas poseen una exposición al riesgo mayor porque acompañan un bien desde que lo producen hasta que lo compran”, marca Herran Marco.

En general, la cobertura de Responsabilidad Civil se negocia de modo conjunto con una de TRO. Su costo ronda entre 10% y 30% de total de Todo Riesgo Operativo. Este porcentaje puede incrementarse alrededor de 10% para la RC de productos. Además, varía si el artículo es para venta local o en el exterior.
Una cosa es comprar una póliza aislada y otra un buqué. Así, la componente de Responsabilidad Civil se abarata”, resalta Pablo Curatella, subgerente del Área Técnica de Mapfre.

Parques Industriales
La situación varía un poco si la industria es parte de un parque industrial. En estos casos, el administrador del polo puede sugerir la contratación de determinadas
Al entrar a trabajar en un parque industrial, el gerenciador fija muchas veces cuáles son los seguros obligatorias para cada miembro pues debe velar por el bienestar de todos”, acentúa Estanislao Mora. Esto sucede en especial con RC. De lo
contrario si el desperfecto de una planta afecta a sus vecinos deberá responder con su propio patrimonio.
Un párrafo aparte merecen las fábricas pymes. “Como en otros ámbitos empresariales, estas industrias hacen lo que pueden. Muchas veces incurren en errores. No evalúan bien el costo-beneficio a la hora de contratar un seguro”, acota Silvia Caviola, director del Departamento de Economía y Finanzas de la UADE.

Es común que las pymes busquen más el precio y dejen de lado la RC. Sin embargo, existen en plaza combinados de Incendio complementados con otras coberturas como Responsabilidad Civil. De este modo se obtiene -dicen- un producto casi 5% más económico que un TRO. “Según mi experiencia, de 10 pymes todas toman TRO actualmente. Esto sucede porque es un texto amplio. Por eso, Incendio tiende a perder terreno”, exalta Sinclair.

Los asesores
En materia de seguros, el secreto radica en reducir - primero que nada- a su mínima expresión la posibilidad de un siniestro, advierten desde el mercado. “Este objetivo se logra implementando dos cosas. La primera, con las medidas de seguridad e higiene. La segunda, no escatimando a la hora de pagar la prima”, remarca el suscripto de Chubb.

Muchos empresarios del sector no evalúan las dimensiones reales de sus peligros, ven como remota la probabilidad de que sus plantas o maquinarias sufran un percance. Sin embargo, en cierta forma, una visión sensata de esta cuestión se relaciona con la madurez de la fábrica. En menor o mayor medida, más industrias recurren a consultoras en ese tema. Cuando uno aborda un cliente nuevo nota muchas falencias en cuanto a coberturas contratadas. Seguros no es un tema muy interesante. Pero debe estar en la agenda de todo ejecutivo. La falta de una póliza puede dejarlo fuera de un negocio ante una contingencia”, dice Herzfeld.

Incluso, las pymes ya se asesoran pues saben que un buen manejo del riesgo les permitirá mantenerse en el tiempo y ser rentables, según los expertos consultados. “En una planta, debe realizarse análisis de riesgo, no sólo para establecer cuáles son sus puntos débiles. Sobre todo, para determinar que está dispuesto a asumir el empresario”, marca Facal.

El rol del asesor de seguros no es sólo conseguir un buen mix de costo-beneficio. Esto debe reflejarse tanto en pólizas como en precios. “Un punto no menor es que el productor sabe de la 'letra chica'y debe ser un experto en ese punto”, destaca Herzfeld de Alea. Respecto a los precios, el broker puede conseguir mejores valores pues maneja volumen. Esto lo logra sin caer en que 'lo barato que salga caro'. En ese sentido, puede lograr rebajas que van desde el 10% al 60%.

A diferencia de otras actividades, el índice de accidentes no pesa a la hora de contratar una póliza para una planta industrial. En la industria, la frecuencia de siniestralidad es muy baja. Está por debajo de 1%”, explica Tomás Sinclair, de Gamasi.
Desde el punto de vista de precios, el sector industrial es considerado un mercado 'blando'. Esta calificación se debe a las bajas continuas que experimentan esas pólizas. Este comportamiento se observa desde el 2003 a nivel internacional. “En gran medida, responde a una sobreoferta”, afirma Carrizo, de El Comercio. Así, estos valores caen 5% promedio por año. Además, las coberturas de los grandes establecimientos son en dólares.

Reaseguro e inflación
Lógicamente, la valuación de los bienes a riesgo refleja la inflación. “Por ello, las sumas aseguradas como las primas se modifican año a año”, subraya el director de la USAL.

Otro factor que influye en los costos son las nuevas normativas de reaseguro. La Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) resolvió que las aseguradoras locales que deseen reasegurarse deberán celebrar - a partir de septiembre- contratos con compañías domiciliadas en la Argentina. En la actualidad, no existen firmas dedicadas a ese rubro en el país. Asimismo, la seguidilla de catástrofes naturales (terremotos, tsunamis, grandes inundaciones, entre otrosd) llevó a las reaseguradoras a tomar más recaudos a nivel mundial. Esta postura influiría también en los precios de los seguros.

Fuente: goseguros.com

La hora de la prosperidad



Diariamente trabajamos para alguna empresa destinando gran parte de nuestro tiempo, esfuerzo y dedicación, pero no lo hacemos para nosotros mismos y nos sorprendemos porque nuestra situación financiera no es la esperada. Muchas personas no se detienen para reflexionar y trabajar en sus propias finanzas, para analizar los movimientos de su propio dinero, no definen un objetivo claro hacia el que apuntar y aún así esperan los mejores resultados.

Muchas veces cedemos gran parte de nuestro tiempo y energías para alguien más descuidando por completo nuestro propio presente y futuro financiero, planificando así muy poco o nada. Si pretendemos alcanzar la prosperidad financiera debemos entonces dedicar un tiempo a nosotros mismos, sólo es cuestión de hacernos un espacio que aprovecharemos en tranquilidad para pensar, reflexionar, capacitarnos y planificar en beneficio de nuestras finanzas.
Comience hoy mismo a destinar parte de su tiempo para pensar en sus propias finanzas y para trabajar en usted mismo así como lo hace para otras personas, seleccione un momento del día que será dedicado a reflexionar en las estrategias que implementará para trabajar en su propio bienestar y crecimiento financiero.
Invierta tiempo en su casa para planificar los movimientos de su dinero, use un nombre como ¨ La hora de la prosperidad ¨, parte de su día en el que trabajará sólo para usted planificando paso a paso los movimientos que va a dar. Esa hora extra que dedicará cada día y que extraerá de otras ocupaciones de menor importancia para investigar, estudiar, planificar y trabajar sobre sus propias finanzas y así avanzar en el camino hacia la prosperidad. Será un interesante desafío para su vida el controlar de cerca sus finanzas y hacerlas crecer para ver con orgullo los resultados obtenidos.
El mejor momento para comenzar es hoy mismo y aunque nuestros primeros pasos sean torpes. Está bien comenzar con alguno de esos pequeños periodos de tiempo libre que tenemos durante el día, para hacerlo en completa tranquilidad y sin interrupciones, momentos en los que nos alejaremos de la rutina para trabajar sólo sobre nuestras finanzas. Probablemente le resulte difícil y aburrido al principio controlar todos y cada uno de sus movimientos de dinero, quizás no sea muy divertido analizar sus estados financieros, pero con el tiempo esta actividad necesaria se tornará más fácil y entrará en cuenta de su valor e importancia con los cambios positivos que notará en su vida. Un poco de curiosidad y un genuino interés por instruirse e investigar le facilitarán el camino del aprendizaje.
Comience hoy mismo a construir su futuro financiero, plante hoy la semilla del que será un frondoso árbol dentro de algún tiempo, decida que va a trabajar activamente en algo que quizás hasta ahora descuidÓ por completo. La mejor manera de incrementar sus ganas y entusiasmo es hacerlo lo antes posible, sin posponer demasiado el inicio, señala el sitio dinero77.com
Comience a desarrollar una contabilidad diaria, poR sencilla que sea al principio, lleve un control de gastos diarios y registrando cada movimiento de dinero realizado, para tener un conocimiento cabal y conciencia de qué es lo que sucede diariamente con sus ingresos, comenzará de esa manera a seguir el movimiento de su dinero, a saber por donde se escapa, qué gastos se pueden eliminar y qué puede comenzar a invertir en forma mensual. Sólo es posible realizar estas modificaciones en nuestro presupuesto haciendo un seguimiento diario, continuo y detallado, la diferencia comenzará a lograrla sólo al administrar efectivamente su dinero.
Conozca al dinero, capacítese en finanzas y planifique cada uno de sus movimientos para lograr que trabaje y produzca a su favor, verá como con un poco de determinación y planeamiento comenzará a reunir sus primeras cantidades para invertir, siguiendo una serie de reglas y con un poco de disciplina pasará a estar entre quienes poseen ahorros e inversiones como quizás no sucedió antes.
La lectura y análisis de sus estados financieros debe ser una actividad constante si lo que desea es alcanzar la prosperidad financiera, al leer sus estados financieros está leyendo la historia de su vida, podrá ver en él hacia dónde se dirige y en dónde estará en algunos años más de continuar por el mismo camino.
Su futuro financiero será notablemente distinto si toma conciencia y se capacita para actuar de forma conveniente y comienza a leer estados financieros cada vez más complejos con el tiempo, estados financieros que son un reflejo de nuestras vidas y nuestra manera de pensar. Asista a cursos, lea libros, busque el asesoramiento de quienes conocen sobre el manejo del dinero, investigue todo lo que pueda sobre planificación financiera, al principio dicho lenguaje quizás le parezca un tanto difícil, pero al poco tiempo comenzará a dominar su terminología. Los conocimientos en contabilidad y finanzas le permitirán analizar sus números para encaminarlos y avanzar hacia la meta que elija, para llevar de forma exitosa el desafío diario de controlar su dinero.
¿Dónde quiere que lo encuentre la vida en algunos años más?
Piense en qué grupo de personas le gustaría encontrarse en los próximos años, entre quienes toman el control de sus finanzas y apuntan hacia una meta clara con planes específicos, o entre quienes viven el día a día sin una meta hacia la cuál apuntar y por la cuál trabajar. Dependerá sólo de usted en que situación se encuentre en algunos años más, usted decide, tomar el compromiso y trabajar efectivamente en sus finanzas desde hoy mismo, o seguir adelante tal y como quizás sucedió hasta ahora.
Escoja hoy mismo que estará entre quienes son prósperos económicamente, que trabajará y dedicará tiempo para organizar sus finanzas, para cambiar su vida y obtener mejores resultados, no importa cuál sea el ritmo al que avance, usted estará en movimiento. Inicie hoy un nuevo camino para sus finanzas, destine un momento del día para reflexionar y trabajar sólo en usted y en sus propias finanzas… nadie más lo hará por usted.

Fuente: www.bancaynegocios.com

Latinos no están preparados para sus años de retiro


La empresa de servicios financieros Tiaa-Cref señala cinco errores financieros que cometen muchos latinos y ofrece consejos sobre cómo ahorrar para la jubilación.


La falta de preparación de los latinoamericanos para su jubilación a la que hace referencia Romano Richetta, vicepresidente ejecutivo de servicios al participante de Tiaa-Cref, tiene que ver con que los latinos "…son más jóvenes que la población en general y tienden a contar con una expectativa de vida más larga; por lo tanto, es probable que muchos enfrenten dificultades económicas en los años venideros si no toman medidas adecuadas ahora para prepararse para el futuro".
Investigaciones hechas por Tiaa-Cref indican que muchos latinos suelen cometer los siguientes cinco errores financieros:
Creer que no ganan suficiente como para ahorrar.
No comenzar a ahorrar temprano en sus carreras.
No tener confianza en las instituciones financieras, por ejemplo, esconder dinero debajo del colchón en lugar de obtener un plan de ahorros para el retiro.
No calcular correctamente la cantidad que van a necesitar para jubilarse (y no evaluar realísticamente sus metas, su estrategia de ahorrar ni sus necesidades futuras).
Esperar a que el Seguro Social, las bienes raíces o parientes les vayan a mantener durante el retiro.
CINCO CONSEJOS
Richetta ofrece estos consejos financieros para preparar para el futuro:
1. Aunque usted pueda ahorrar solamente una cantidad pequeña cada mes, es preferible ahorrar cualquier cantidad para el retiro, que no ahorrar nada.
Nunca es tarde para empezar a ahorrar; cuanto antes, mejor. Aunque apenas esté comenzando su carrera profesional, participe en los programas de ahorros para el retiro que ofrezca su empleador.
2. Considere que ahorrar para la jubilación se trata de un plan a largo plazo. El dinero que ahorre en una cuenta para el retiro puede crecer con el tiempo con la acumulación de intereses. El dinero que se esconda debajo del colchón siempre será la misma cantidad. Incluso una cantidad pequeña que se ahorre en una cuenta de jubilación ahora puede generar más capital a largo plazo.
3. No subestime lo que va a necesitar para el retiro o cuánto tiempo podrá vivir con lo que ha ahorrado. Es probable que necesite que sus ahorros le duren unos 20 o 30 años, incluso más. Revise los estados de todas sus cuentas.
4. Fíjese cuánto gana y cuánto gasta. Elabore un presupuesto y un plan de ahorros para el retiro. ¡Recuerde pagarse a usted mismo primero! Invertir para el retiro es el objetivo a largo plazo más importante.
"Invertir es protegerse para tener un futuro al lado de sus familiares y sus amistades", dice Richetta, quien agrega: "Use el tiempo a su favor empezando a invertir hoy".

FUENTE: TIAA-CREF
Sitio web: www.bancaynegocios.com

El síndrome de desorden financiero


No es nuevo oír frecuentemente acerca de la gente que dilapida todos los recursos de su vida, si ha tenido la suerte de heredar una fortuna, o que acaba con el capital acumulado a través de su trabajo y esfuerzo en un abrir y cerrar de ojos, a causa de su poco juicio para conservar aquello que tiene.

El gasto excesivo no es solamente un capricho, puede convertirse en una manía enfermiza que puede arrasar con la seguridad económica. Esa conducta extrema de gastar y gastar sin pensar en el futuro se llama síndrome de desorden financiero, y es una enfermedad que afecta por igual a hombres y mujeres. Se es más proclive a sucumbir a las tentaciones de la buena vida, lo que incluye ropa y accesorios, elementos de decoración, carros, viajes, apartamentos y, en fin, todo lo que el dinero y las tarjetas de crédito pueden pagar, se ven un día acosados por sus acreedores, derrotados y enfrentados al dilema de empezar de nuevo su vida económica cuando ya la cuesta se ha tornado más pendiente, es decir, cuando la edad apremia.
La envidia que nos produce a casi todos esas poquísimas personas que han tenido la fortuna de ganarse la lotería no nos dejan ver la cruda realidad. Por lo general, quienes se ganan la lotería se la gastan bolívar a bolívar y en un plazo más bien corto vuelven a estar en su precariedad inicial.Casos como los de algunas personas que han amasado una fortuna con su talento y trabajo deberían ser ejemplos de cómo comportarse en cuanto al manejo del dinero, porque suele pasar que ellos dilapidan millones de bolívares o dólares comprando más automóviles de los que podrían manejar, incluso, cambiando unas casas por otras cada vez más costosas con la misma facilidad con la que se cambian de ropa y usando para ello sus tarjetas de crédito como si fueran dinero contante y sonante.
Barril sin fondo
“Donde se saca y no se echa… se acaba la cosecha”, dice un refrán popular que resulta ser literalmente cierto. Después de vivir una vida de lujo con su esposo, Marcia López se separó de éste y por el hecho de carecer de una educación universitaria no encontró trabajo, lo que la llevó en un plazo no muy largo a vivir en una habitación alquilada en la que la única pieza de mobiliario era un colchón tirado en el suelo. Pero Marcia no aprendió la lección. Cuando por fin consiguió trabajo, arrendó un apartamento por un canon que iba más allá de sus posibilidades y adquirió deudas con tarjeta de crédito que la acosaron hasta rozar los límites de la locura.
El caso de esta mujer no es aislado. Se trata de una epidemia que ataca por igual a mujeres o hombre ricos o de modestos recursos, educadas o no, inteligentes o no. Los vemos con mayor frecuencia de la que imaginamos tratando de salir de su incompetencia para manejar el dinero, desbrozando en el desconocido campo de la terapia aplicada al manejo financiero, en el que racionalizar el presupuesto con el que cuentan pasa por la imperiosa tarea de acudir a consejo sicológico.
Como es de esperarse, estas personas reciben del profesional que las analiza un diagnóstico que cataloga su afección como un desorden monetario, y que se caracteriza por un comportamiento insano y autodestructivo que, aunque no reviste la gravedad de otros desórdenes de corte patológico como la cleptomanía o la compra compulsiva, es muy preocupante y puede llevarlos al abismo, reseña el sitio finanzaspersonales.com.co
Aunque existen muchos libros de autoayuda sobre cómo volverse rico, la sicología aplicada a la planificación financiera no encuentra todavía una relación cierta entre el dinero y la emoción. Parece que las personas que son botaratas, que derrochan sin reflexionar debidamente, se empeñan en lograr el estatus que ven en sus semejantes –vecinos, amigos, compañeros de trabajo, jefes– para sí mismos y no miden las consecuencias de su gasto desmedido.
Sin razón
Pero no sólo las personas que carecen de dinero sufren el síndrome de desorden financiero. El caso de una ingeniera de sistemas que trabajaba para una compañía multinacional puede ser ejemplificante: tenía un alto cargo, ganaba un buen salario que pasaba de las 8 cifras y su esposo devengaba más que ella. Sus dos hijos estudiaban en prestigiosas universidades del exterior y toda su familia llevaba un tren de vida bastante exigente, en el que los viajes eran una constante. Para llevar esta vida, esta alta ejecutiva superó el tope de préstamos a los que tenía posibilidad de acceder a través de las líneas de crédito del fondo de empleados de su empresa, y agotó el cupo de sus tres tarjetas de crédito, con el resultado de que tuvo que entregar en dación de pago el apartamento que había comprado hacía un año y ofrecer sus automóviles, que eran tres, en pago de algunas de sus deudas. Pero aun así, sigue llevando una vida que sobrepasa sus posibilidades económicas.
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La actitud de la persona descrita responde a algunos de los comportamientos que pueden calificarse como propios de este síndrome y que han sido identificados hasta ahora por los sicólogos y siquiatras, como el sobregasto, los préstamos en serie, la ‘infidelidad’ financiera (engañar a la pareja acerca del gasto desmesurado, mentirle al respecto), el ‘incesto’ financiero (ofrecer dinero a los familiares para mantenerlos controlados), la permisividad financiera (prodigarles grandes sumas a los jóvenes con la consecuencia de desmotivarlos a valerse por sí mismos), y el hecho de sentir vergüenza alrededor de la pobreza y el bienestar. Dos comportamientos que difieren de los anteriores forman igualmente parte del síndrome: atesorar dinero y ahorrarlo de una manera mezquina (tacañería).
Épocas de vacas flacas
Quienes despilfarran el dinero tienen que hacer, tarde o temprano, una profunda reflexión acerca de su comportamiento erróneo. Esto, porque la tormenta financiera que se abate sobre el mundo a raíz de la crisis de Estados Unidos y Europa invita a tener una actitud más conservadora con respecto al dinero en general. Imposible soslayar el hecho de que ahora más que nunca es necesario asumir una verdadera planificación del gasto que racionalice todos los rubros que es necesario cubrir en la vida diaria. Lo ideal sería que las personas tomaran conciencia de su propia desorganización y eligieran el camino más cierto, que es el de la consulta al sicólogo, sabiendo de antemano que cuando la gente busca ayuda en torno al manejo de su propio dinero, la terapia toca niveles más profundos que los fondos existentes en su cuenta bancaria, porque por lo general ahonda en problemas familiares no resueltos y en patrones generacionales de comportamiento que muy seguramente son los causantes de este desorden.
En tiempos en los que la economía está estancada y los consumidores se muestran preocupados acerca del desempleo y los ahorros para un mejor futuro, es fácil imaginar que ser rico o recibir dinero caído del cielo –la lotería o unos intereses desproporcionados– es la panacea, y que quienes se encuentran en tal situación puede sentirse seguros. Pero mucha gente que se la pasa luchando con cuestiones monetarias no es pobre en absoluto. Hay un cierto grado de conducta malsana, de depresión, en estar pensando todo el tiempo en que las cosas que se poseen constituyen la única fuente de felicidad y que en la medida en que se adquieran más bienes y artículos de consumo se es más rico.
Hay una frase sabia que dice que “uno es más pobre entre más cosas desea”. Puede que los que sufren el síndrome de desorden financiero no lo crean así pero, como dicen, la tranquilidad no se paga con dinero. Centrarse en metas como adquirir una casa, un carro y lograr un modo de vida digno no es un pecado, como tampoco lo es darse algunos gustos en la medida de lo posible. Lo malo es cuando esas metas rebasan los límites de nuestra propia capacidad.

Fuente:bancaynegocios.com

Si alguien depende de ti, el seguro de vida es básico

Tipos de seguros
El seguro de vida es una protección financiera importante, pero los observadores de la industria estiman que más de 68 millones de estadounidenses adultos no lo tienen, y quienes lo poseen a menudo obtienen menos protección de lo que recomiendan los expertos, según el Insurance Information Institute (I.I.I.).
"Si alguien depende financieramente de usted, entonces usted necesita obtener un seguro de vida", dijo Elianne E. González, portavoz del I.I.I.

Existen dos tipos principales de seguro de vida: seguros a término (term insurance) y seguros permanentes (whole life insurance).

Seguro de vida a término (o seguro de vida temporal), es el tipo más simple de los seguros de vida. La póliza hace un pago cuando la persona asegurada muere durante el término de vigencia de la póliza, que puede ir de 1 a 30 años. Las primas de las pólizas a término comparativamente son bastante bajas, puesto que las personas están viviendo más años y tienen vidas mucho más sanas.

Si consideras comprar una póliza de seguro a término de corta duración (aquélla que dura menos de 10 años), busca que te ofrezcan una renovación garantizada (renewal guarantees).

Con una renovación garantizada, al final del término de la póliza tienes derecho a que te renueven la póliza sin exigirte prueba de que sigues estando en condiciones de ser asegurado, como tener que someterte a un nuevo examen físico y médico o proveer algún otro mecanismo de evidencia de lo mismo. Sin embargo, para otorgarte la nueva póliza, deberás pagar una nueva prima correspondiente con tu edad actual.

Sin esta provisión de garantía de renovación pudieras verte forzado a demostrar que sigues siendo "asegurable", comenzar de cero el proceso de compra del seguro y lo que es más serio, si tu salud se ha deteriorado en el transcurso del tiempo que estuviste asegurado, pudieras tener que pagar unas primas mucho más altas o simplemente no encontrar cobertura disponible.

Seguro de vida permanente, suele ser cualquier forma de seguro de vida que no es temporal o a término. Generalmente estos tipos de seguro acumulan un ahorro, como es el caso del seguro de vida ordinario, el seguro de vida universal, seguro de vida variable o el seguro de vida universal variable.

Este tipo de póliza da cobertura permanente, es decir, pagará los beneficios en caso de muerte no importa cuando ésta ocurra, aún si vives cien años. El tipo de seguro permanente más común es el llamado seguro de vida universal mientras que el seguro de vida ordinario es el segundo más común. Las primas de estos tipos de seguros también se han mantenido sin cambios en los últimos años.

Antes de comprar...
Estas son algunas recomendaciones del I.I.I. para aprovechar al máximo el dinero que pagas por una póliza de seguro de vida:

1. Determina la estabilidad financiera de la empresa aseguradora

Un seguro de vida es tan bueno como la compañía que lo emite. Vas a querer asegurarte de que la empresa estará disponible en el momento que tu familia necesite hacer un reclamo.

Para asistirte a seleccionar una compañía firme y estable financieramente existen empresas dedicadas a analizar y calificar el desempeño de las compañías aseguradoras y se basan en la habilidad de las empresas en mantenerse sólidas al largo plazo.

Una "calificación" (rating) representa la opinión de una agencia independiente sobre la capacidad financiera de responder a un reclamo que tiene la empresa aseguradora en un momento dado y para cumplir con todos sus compromisos. Selecciona empresas que tengan buena calificación, emitida por al menos dos de las cuatro principales empresas que califican a las aseguradoras, que son: A.M. Best, Fitch, Moody's y Standard and Poor's. El sitio Web del I.I.I. ofrece más recomendaciones sobre cómo seleccionar una empresa aseguradora.

2. Averigüe sobre un seguro de grupo

Considera participar en el seguro de vida de grupo patrocinado por tu empleador, aunque tengas que aportar dinero al pago de este beneficio. Por lo general, los empleadores subsidian parte del seguro de grupo por lo que éste puede ser menos costoso que obtener un seguro de vida individual y suelen deducirlas automáticamente del cheque de la nómina. Antes de llegar a una decisión final, cerciórate de comparar los programas ofrecidos por tu empleador con opciones individuales puesto que dependiendo de tu edad o tu estado de salud, los seguros de grupo pueden – o no – suponer un ahorro.

Al momento de comparar el seguro de vida de grupo con el seguro de vida individual, si obtienes un seguro de grupo por más de $50 mil, el Servicio de Rentas Internas (IRS, Internal Revenue Service) determinará cuánto cuesta proveerte de ese seguro por encima de los $50 mil y te impondrá un impuesto sobre ese costo. Estas reglas del IRS son detalles que las personas mayores de 50 años o quienes adquieren cantidades sustanciales de cobertura deben estar al tanto y considerar cuando tomen sus decisiones.

3. Adquiere el seguro de vida cuando disfrutes de buena salud

Pregunta sobre los diferentes rangos de tarifas y, de ser necesario, haz cambios de estilos de vida que sean más saludables como no fumar, mantener un peso saludable y hacer ejercicio con regularidad para calificar para una mejor tarifa. Adquiere tu seguro cuando estés sano. Las personas mayores y aquéllas quienes no poseen una salud óptima pagarán precios mucho más altos, así que es preferible que adquieras tus seguros cuando eres joven, aunque en ese momento no poseas dependientes.

Compara los precios
1. Pida varias cotizaciones para obtener una buena tarifa

La industria de los seguros de vida es muy competitiva y puede encontrar diferencias de varios cientos de dólares entre el precio anual de dos pólizas de vida de dos empresa igualmente firmes financieramente y por una póliza equivalente. Un buen sitio para empezar puede ser obtener una cotización por Internet o pide a su agente de seguros que te cotice una póliza y te dé un estimado.

2. Busca descuentos en las primas

La mayoría de las compañías tienen tarifas que ofrecen descuentos por cantidades específicas. Por ejemplo, una póliza de $250 mil de cobertura puede resultar menos costosa que una de cobertura de $200 mil. Lo mismo puede pasar con una póliza de $500 mil de cobertura; puede que sea más económico en términos de primas obtener una de $500 mil que una de $450 mil, en vista que los descuentos suelen comenzar a aplicarse cuando el monto de la cobertura aumenta.

3. Cerciórate que no pagas en exceso por el financiamiento de la póliza

La prima anual de una póliza de seguro de vida suele pagarse en un solo pago o en varias partes más pequeñas durante el año. Aunque varios pagos al año pueden ser más fáciles de afrontar, también incrementa el costo total de la póliza porque en ciertos casos las empresas financistas agregan altos cargos por el servicio de esparcir el costo anual en varios pagos al año.

Fuente: www.univision.com


El seguro de vida es una necesidad, más en tiempos de crisis

¿Quién lo necesita?

NEW YORK - Casi tres de cada cinco estadounidenses no han adquirido una póliza de seguro de vida porque consideran que es muy cara, aún cuando los costos de éstas se han mantenido constantes o han bajado en la última década, según el Insurance Information Institute (I.I.I.).

La industria por su lado estima que hay unos 68 millones de estadounidenses que no poseen seguro de vida y que muchos de los que lo tienen han adquirido coberturas muy por debajo de lo recomendable. Ante estos datos, la I.I.I. recomienda que contratar un seguro de vida no es un lujo, sino una necesidad, sobre todo en estos tiempos de crisis.
"Si alguien depende financieramente de ti, entonces necesitas obtener un seguro de vida", dijo Jeanne M. Salvatore, vicepresidente de asuntos para el consumidor y portavoz del I.I.I.

El 58 por ciento de los consumidores encuestados perciben que el costo del seguro de vida es muy costoso y también citaron otras razones de no haber adquirido este seguro, como que no habían encontrado la oportunidad de adquirirla o que no conocían suficiente sobre el seguro de vida como para adquirir una póliza.

Existen dos tipos principales de seguro de vida:

Seguros a término (term insurance): es el tipo más simple de los seguros de vida. La póliza hace un pago cuando la persona asegurada muere durante el tiempo o término de vigencia de la póliza, que puede ir de 1 a 30 años.

Si consideras comprar una póliza de seguro a término de corta duración (aquella que dura menos de 10 años), busca que te ofrezcan una renovación garantizada (renewal guarantees) ya que al final del término de la póliza tienes derecho de que te renueven la póliza sin exigirte prueba de que sigues estando en condiciones de ser asegurado, como tener que someterte a un nuevo examen físico y médico. Sin embargo, para otorgarte la nueva póliza deberás pagar una nueva prima correspondiente con tu edad actual.

Seguros permanentes (whole life insurance): suele ser cualquier forma de seguro de vida que no es temporal o a término. Generalmente estos tipos de seguro acumulan un ahorro, como es el caso del seguro de vida ordinario, el seguro de vida universal, seguro de vida variable o el seguro de vida universal variable.

Este tipo de póliza le da cobertura permanente, es decir, pagará los beneficios en caso de muerte no importa cuándo esta ocurra, aún si usted vive cien años. El tipo de seguro permanente más común es el llamado "seguro de vida universal" mientras que el "seguro de vida ordinario" es el segundo más común.

Antes de comprar...
1. ¿Es una buena aseguradora? Un seguro de vida es tan bueno como la compañía que lo emite. Por eso debes determinar la estabilidad financiera de la empresa aseguradora en caso de que necesites hacer un reclamo.

Para seleccionar una compañía firme y estable financieramente existen empresas dedicadas calificar el desempeño de las compañías aseguradoras. Entre las principales empresas que califican a las aseguradoras están: A.M. Best, Fitch, Moody's y Standard and Poor's. El I.I.I. ofrece más recomendaciones sobre cómo seleccionar una empresa aseguradora.

2. Averigua sobre un seguro de grupo. Considera participar en el seguro de vida de grupo patrocinado por tu empleador, ya que por lo general los empleadores subsidian parte del este seguro por lo que este puede ser menos costoso. Antes de llegar a una decisión final, cerciórate de comparar los programas con opciones individuales puesto que dependiendo de tu edad o tu estado de salud, los seguros de grupo pueden –o no – suponer un ahorro.

3. Adquiérelo cuando tengas buena salud. Pregunta sobre los diferentes rangos de tarifas y, de ser necesario, haz cambios de estilos de vida que sean más saludables. Por ejemplo, no fumes, mantén un peso saludable y haz ejercicio con regularidad para que puedas acceder a una mejor tarifa. Las personas mayores y quienes no poseen una salud óptima pagarán precios mucho más altos.

Compara precios
1. Pide varias cotizaciones para obtener una buena tarifa.
Un buen sitio para empezar puede ser obtener una cotización por Internet o pedir a tu agente de seguros que te cotice una póliza y te dé un estimado.

2. Busca descuentos en las primas.
La mayoría de las compañías tienen tarifas que ofrecen descuentos por cantidades específicas ya que los descuentos suelen comenzar a aplicarse cuando el monto de la cobertura aumenta.

3. Cerciórate que no pagues en exceso por el financiamiento de la póliza.
Aunque varios pagos al año pueden ser más fáciles de afrontar, también incrementa el costo total de la póliza porque en ciertos casos las empresas financistas agregan altos cargos por el servicio de esparcir el costo anual en varios pagos al año.


Fuente: www.univision.com


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"El seguro: progreso de nuestra civilización"