El seguro de vida es una necesidad, más en tiempos de crisis

¿Quién lo necesita?

NEW YORK - Casi tres de cada cinco estadounidenses no han adquirido una póliza de seguro de vida porque consideran que es muy cara, aún cuando los costos de éstas se han mantenido constantes o han bajado en la última década, según el Insurance Information Institute (I.I.I.).

La industria por su lado estima que hay unos 68 millones de estadounidenses que no poseen seguro de vida y que muchos de los que lo tienen han adquirido coberturas muy por debajo de lo recomendable. Ante estos datos, la I.I.I. recomienda que contratar un seguro de vida no es un lujo, sino una necesidad, sobre todo en estos tiempos de crisis.
"Si alguien depende financieramente de ti, entonces necesitas obtener un seguro de vida", dijo Jeanne M. Salvatore, vicepresidente de asuntos para el consumidor y portavoz del I.I.I.

El 58 por ciento de los consumidores encuestados perciben que el costo del seguro de vida es muy costoso y también citaron otras razones de no haber adquirido este seguro, como que no habían encontrado la oportunidad de adquirirla o que no conocían suficiente sobre el seguro de vida como para adquirir una póliza.

Existen dos tipos principales de seguro de vida:

Seguros a término (term insurance): es el tipo más simple de los seguros de vida. La póliza hace un pago cuando la persona asegurada muere durante el tiempo o término de vigencia de la póliza, que puede ir de 1 a 30 años.

Si consideras comprar una póliza de seguro a término de corta duración (aquella que dura menos de 10 años), busca que te ofrezcan una renovación garantizada (renewal guarantees) ya que al final del término de la póliza tienes derecho de que te renueven la póliza sin exigirte prueba de que sigues estando en condiciones de ser asegurado, como tener que someterte a un nuevo examen físico y médico. Sin embargo, para otorgarte la nueva póliza deberás pagar una nueva prima correspondiente con tu edad actual.

Seguros permanentes (whole life insurance): suele ser cualquier forma de seguro de vida que no es temporal o a término. Generalmente estos tipos de seguro acumulan un ahorro, como es el caso del seguro de vida ordinario, el seguro de vida universal, seguro de vida variable o el seguro de vida universal variable.

Este tipo de póliza le da cobertura permanente, es decir, pagará los beneficios en caso de muerte no importa cuándo esta ocurra, aún si usted vive cien años. El tipo de seguro permanente más común es el llamado "seguro de vida universal" mientras que el "seguro de vida ordinario" es el segundo más común.

Antes de comprar...
1. ¿Es una buena aseguradora? Un seguro de vida es tan bueno como la compañía que lo emite. Por eso debes determinar la estabilidad financiera de la empresa aseguradora en caso de que necesites hacer un reclamo.

Para seleccionar una compañía firme y estable financieramente existen empresas dedicadas calificar el desempeño de las compañías aseguradoras. Entre las principales empresas que califican a las aseguradoras están: A.M. Best, Fitch, Moody's y Standard and Poor's. El I.I.I. ofrece más recomendaciones sobre cómo seleccionar una empresa aseguradora.

2. Averigua sobre un seguro de grupo. Considera participar en el seguro de vida de grupo patrocinado por tu empleador, ya que por lo general los empleadores subsidian parte del este seguro por lo que este puede ser menos costoso. Antes de llegar a una decisión final, cerciórate de comparar los programas con opciones individuales puesto que dependiendo de tu edad o tu estado de salud, los seguros de grupo pueden –o no – suponer un ahorro.

3. Adquiérelo cuando tengas buena salud. Pregunta sobre los diferentes rangos de tarifas y, de ser necesario, haz cambios de estilos de vida que sean más saludables. Por ejemplo, no fumes, mantén un peso saludable y haz ejercicio con regularidad para que puedas acceder a una mejor tarifa. Las personas mayores y quienes no poseen una salud óptima pagarán precios mucho más altos.

Compara precios
1. Pide varias cotizaciones para obtener una buena tarifa.
Un buen sitio para empezar puede ser obtener una cotización por Internet o pedir a tu agente de seguros que te cotice una póliza y te dé un estimado.

2. Busca descuentos en las primas.
La mayoría de las compañías tienen tarifas que ofrecen descuentos por cantidades específicas ya que los descuentos suelen comenzar a aplicarse cuando el monto de la cobertura aumenta.

3. Cerciórate que no pagues en exceso por el financiamiento de la póliza.
Aunque varios pagos al año pueden ser más fáciles de afrontar, también incrementa el costo total de la póliza porque en ciertos casos las empresas financistas agregan altos cargos por el servicio de esparcir el costo anual en varios pagos al año.


Fuente: www.univision.com


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"El seguro: progreso de nuestra civilización"