Los cambios suceden, a veces, paulatinos, otras en imparable tropel, y con ellos, una reacción de supervivencia que nos exige capacidad para decidir ¿Quien mide ese beneficioso lapso que prudentemente nos permitirá mantenernos protegidos sobre la plataforma de riesgos que pasan de lo tangible a lo virtual, y/o viceversa? No es ciencia ficción que los autos poseerán su propia internet; es un hecho presente que nos trasladaron gracias al futuro, riesgos que no solicitamos, aunque sí queremos disfrutar. Entonces, ¿quien maternalmente nos tabula los lapsos para comenzar asegurar los riesgos que derivan de tales cambios? ¿Acaso alguien alguna vez nos alertó sobre la RCV cuando andábamos jineteando: o fue la velocidad de los nuevos vehículos y sus impactos lo que recomendó la responsabilidad civil contra terceros? Leamos un poco cómo Google nos trae de regalos nuevos riesgos…
Google se hace con Nest Labs, un fabricante de termostatos y alarmas de humos, y vende Motorola, pero se queda con su laboratorio secreto de tecnologías avanzadas. ¿Por qué? El gigante virtual va a reconfigurar el mundo real, sostienen analistas.
La ciencia ficción sugiere que todos los males futuros provendrán de corporaciones gigantes que administrarán el mundo a través de tecnologías robóticas y matrices. Pues bien, ahora resulta que la compañía que invirtió más que nadie en el desarrollo de internet —aquella misma matriz— y que cuenta con los datos de miles de usuarios de todo el mundo, empieza a transferir sus capitales cada vez más hacia proyectos off-line. Las noticias sonadas más recientes acerca de Google no están conectadas con el desarrollo de nuevos programas y aplicaciones, sino con objetos del mundo real, del tipo de automóviles no tripulados, gafas inteligentes, ordenadores cuánticos e iniciativas en materia de salud y prolongación de vida.Las últimas adquisiciones más destacadas de la empresa, aparte de Nest Labs, que le va a costar unos 3.200 millones de dólares, son el ‘startup’ británico DeepMind, que desarrolla el intelecto artificial, Boston Dynamics, la empresa diseñadora más famosa de robots militares para el Pentágono, y otras siete compañías de tecnologías robóticas. También se ha filtrado que el gigante virtual coopera en secreto con el fabricante robótico taiwanés Foxconn. Pese a ‘deshacerse’ de Motorola, el gigante optó por no vender la subdivisión ‘Advanced Technology and Products’ (‘Teconología Avanzada y Productos’). El laboratorio está encabezado por Regina Elvira Dugan, en su momento la directora de DARPA, la agencia del Departamento de Defensa de EE.UU. responsable del desarrollo de nuevas tecnologías para uso militar.¿Para qué necesita Google termostatos y robots? “No se puede entender si no se formula la pregunta de otra forma: ¿Cómo los creadores del universo virtual van a reconfigurar el mundo real?”, insiste Andréi Konstantínov, columnista de la revista rusa ‘Russki Reporter’. El periodista apela a las palabras de uno de los padres del internet, Vinton ‘Vint’ Gray Cerf, que ahora trabaja para Google y que dijo en su momento que los cambios fundamentales en la vida cotidiana de la gente en un futuro próximo estarán vinculados al desarrollo de una red de sensores que interconectarán dispositivos de uso doméstico y crearán ‘un ambiente inteligente’.Así las cosas, ¿cómo sería el mundo tras una intervención global de Google?
Una China abocada al desempleo
Google se compromete a no firmar más contratos militares, aunque garantiza cumplir con los ya estipulados por Boston Dynamics. Según las declaraciones de la empresa, su idea es librar a los humanos de los trabajos de rutina, con lo que su objetivo principal pasará a ser ante todo la fabricación de ‘robots productores’. Como resultado de la robotización masiva de las industrias, las líneas de producción volverán del Sudeste Asiático a los países del Occidente, con lo que China dejará de ser un ‘taller mundial’ y se enfrentará con una crisis de desempleo.
Matusalenes en el horizonte
En 2013 Google anunció la creación de la empresa biotecnológica Calico que se dedicará a combatir la vejez y las enfermedades asociadas.
Casas inteligentes
Según postula Eric Schmidt, el presidente ejecutivo de Google, en su libro ‘La nueva era digital’, el piso de una persona común y corriente se convertirá en una “orquesta electrónica” dirigida por el propietario: “Con unos cuantos movimientos de la mano y voces de mando, tendrá una temperatura y humedad reguladas, así como música y luz encendidas”. Desde mayo de 2013, el gigante virtual trabaja en colaboración con la NASA con el laboratorio Quantum Artificial Intelligence Lab, que investiga el reconocimiento de voz y de caras, la traducción artificial y la búsqueda inteligente de información.
Ordenadores portables
Los laptops se convertirán en objetos del pasado y por las calles empezará a verse gente con ordenadores portables pegados directamente a su cuerpo. Las gafas Google Glass ya son un símbolo del mercado de dispositivos inteligentes portables. Hace unas semanas la empresa anunció que está probando unas lentillas inteligentes que no solo facilitarán la vista, sino que podrán medir, además, el nivel de glucosa en sangre, muy útil para la gente con diabetes.
Automóviles no tripulados
No parece que esté muy lejos el momento en el que las calles se llenarán de coches robóticos que no necesitarán conductores humanos. Una decena de Toyota Prius modificados por Google y dirigidos a través de la voz ya están en las carreteras de California. Sus próximos planes pasan por fabricar un automóvil propio.
Fuente: Actualidad RT / http://www.actualidad.rt.com
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