La mayoría de nosotros usamos la factibilidad de Gmail no únicamente por la cantidad de usuarios y herramientas que pone a disposición por arrobas y hectáreas de la curiosidad, sino tambien porque es aconsejable ceder a su propósito benefactor: experimentar como usuarios la mayor serenidad posible a la vez que generamos allí importantes cuotas de posibilidades afines a otras secciones de nuestra economía personal, familiar, empresarial, corporativa y no menos de la publicidad para ellos, para sus clientes, y para quienes lo usan bien sea de forma permanente o con sentido de valija momentánea. Siendo la praxis que, hagas o lo que hagas estás fundando apéndices para ti, para el entorno y para Gmail; y si no es así: ¿Cuál es el contenido (valor) de esos datos que proveé el usuario y cuya taquilla para convertirlos en capital es el mismo usuario? y luego ¿Vas a desechar o vas a reciclar esa valija cuya utilidad quizás consista en voltearla a su lado reversible? A su lado “solaz”: esa industria del entretenimiento que ya está aquí, está en tus datos y aportes capitalizables, actuariales: con un poco de sentido ordinario, otro tanto de extroversión y un remo para sacar chorros de sudor de esa perspectiva de aviador desde el escritorio, desde el pulso peregrino.
Ya se entiende que no son incógnitas y más nítido no puede ser cuando el dado de la era del Zettabyte no está esperando a que decidas o respondas, si no que cultives…así como cuando el azar nutre tus inversiones actuariales, tus colocaciones de riesgos, con esa anualidad planteada y justificada en primas y que con el paso de los años da oportunidad a otros beneficios: a capital fértil y además reciclado para que generaciones futuras cuenten con capacidad de acción, de inversión en un mundo de gente con capacidades financieras grotescas.
¿De no ser así qué está pasando con el cúmulo de datos que circula por Gmail?
¿No sucede igual cuando ya inviertes en riesgos y contratas esporádicamente ó declaras cuenta inactiva? ¿No se está declarando en suspensión la actividad del capital que circula en la propia circulación de tus finanzas actuariales?
En esos supuesto, lo que resultaría es la no-ilación de tus propios beneficios y dejarlos bajo tu axila por lapsos en que la industria y coherencia del azar no espera. Es decir, el efecto ocasionado es la interrupción del mancomunado tráfico que sucede a través de portales convertidos en referencias que en definitiva tienen su propio trampolín y cuyo beneficio general y particular del usuario es la incorporación que se moldea como hace el artesano de vidrios para convertirlos en lo que puede significar un enlace para tu economía primaveral acompañada de la jalea de piña que se sabe con destino a roble, con sabor a ron en bol hemisférico de piña colada para el estío entusiasta y jadeante que crepita alivios y fulgor de colores y el olor que se despierta en perpetuos veranos:
¿¡De qué va Gmail, entonces, si no es de salvavidas que recicla y robustece datos, capital y entretenimiento!?
Esto: el 15 de Marzo, desde la Gran Caracas, y mirando hacia el frente, desde el pórtico del Ávila y con el Mar Caribe salpicando…
@seguros9
No hay comentarios:
Publicar un comentario