Algo que comienza es algo que muestra motivación, combustible. Es la decisión loable dentro de la cultura y sociedad aseguradora producto de la certidumbre y confianza que ondea su bandera en el mástil que anuncia el principio de las buenas relaciones.El proceso va de la mano de ciertos parámetros que en el comienzo se habla de anualidad, o “prima anual”, siendo la realidad en economías inflacionarias que el proceso es evolutivo y de crecimiento paulatino que pasa por la garantía de los productos y su utilización con resultados: la indemnización. La meta. Que el producto funcione. Que vaya de boca en boca acompañado de infinidad de cafés para seguir compartiendo y mejorando.
Y vale decir esto porque los pliegues de la gestión aseguradora y su esfuerzo inicial no tiene fronteras para el asegurado: es perfección y consecución desde el primer peldaño y se lleva con el esmero de que suceda y muestre su brillo. Esto es, que asegure la indemnización en toda su extensión de las posibilidades y afirmando los resultados, es decir:
- Honorarios de arquitectos, ingenieros y topógrafos; y,
- Demolición, remoción y limpieza de escombros.
Ambas equivalen a considerables beneficios y ahorros para el asegurado. Y si importa que las pólizas las especifiquen y libren al asegurado de tales gastos mientras procura la indemnización según las exigencias del evento a la vez que se hace consciencia del proceso de decisiones que conllevamos para sostener la mejor gestión que merece tu esfuerzo patrimonial.
Si hay forma de estructurar activos estables. Bastan decisiones y el debido servicio post contratación de las pólizas para garantizar la actualización del resultado.
@seguros9
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