¿Por qué el seguro difiere de la banca?

No se pueden aplicar normas pensadas para un sector en el otro

Miguel Ángel Valero.–
Malos tiempos estos en los que parece necesario resaltar lo que es obvio. "Seguros: un sector único. Por qué el seguro difiere de la banca" es un interesantísimo documento elaborado por el Comité Europeo de Seguros (CEA), para el G-20, en el que advierte de los riesgos de aplicar a este sector normas pensadas para la banca. La lógica es aplastante: si el modelo de negocio y el perfil de riesgo de las aseguradoras es totalmente diferente al de la banca, no es adecuado aplicar al sector de servicios financieros en su conjunto respuestas normativas pensadas para ésta.

"El CEA insiste en la importancia de que sectores no iguales tenga regulaciones adaptadas para evitar daños mayores en crisis como la financiera. Si el seguro hubiera tenido la misma regulación que la banca, probablemente, las quiebras y dificultades de bancos y cajas se habrían extendido también a las aseguradoras", señala el documento.

"La actividad fundamental de las aseguradoras es la mutualización y la transformación de riesgos, mientras que la de las entidades bancarias es la aceptación de depósitos y la emisión de préstamos, junto con la prestación de diversos servicios a cambio del pago de comisiones", añade. .Las aseguradoras "suelen contar con una financiación más estable y duradera, que además perciben de forma anticipada" y están expuestas a un riesgo de liquidez considerablemente menor.

"Por lo general, el activo y el pasivo de las aseguradoras están relacionados entre sí; las entidades bancarias, por el contrario, se enfrentan a menudo a un desajuste estructural entre su activo y su pasivo, lo que genera un riesgo elevado de incurrir en un endeudamiento excesivo". Además, "la interconexión entre instituciones es un elemento fundamental del modelo empresarial bancario (debido particularmente a los préstamos interbancarios), mientras que en el sector asegurador es muy baja". Esta situación hace que la volatilidad del capital sea mayor en el sector bancario.

Más diferencias: "El planteamiento inversor en los seguros es a más largo plazo y se rige por una mayor previsibilidad del pasivo, frente al enfoque más orientado al activo y al corto plazo que se observa en la banca".

"El corazón del modelo empresarial en el sector asegurador es la diversificación del riesgo en el seno de la cartera de seguros, así como a lo largo del tiempo. Esto determina el perfil de riesgo de las aseguradoras a largo plazo, a diferencia del comportamiento a corto plazo de las entidades bancarias".

Parece evidente entonces que "el modelo de negocio central del sector asegurador no genera ningún riesgo sistémico que se transmita directamente a la economía". "El riesgo de contagio y la vulnerabilidad financiera son menores que en el sector bancario, al tiempo que el grado de sustituibilidad es mayor en el sector asegurador. La posición financiera de las aseguradoras se deteriora a un ritmo muy inferior que la de las entidades bancarias y el marco regulador del sector de los seguros establece dos niveles de requerimientos de capital con el fin de garantizar una detección temprana de los problemas financieros que surjan y la aplicación progresiva de medidas correctoras por parte de los niveles de dirección y supervisión", argumenta el CEA.

Incluso cuando una aseguradora entra en liquidación es mucho más fácil proceder a la misma de forma ordenada, puesto que las entidades aseguradoras dotan activos suficientes (provisiones técnicas) con el fin de hacer frente a las indemnizaciones futuras previstas para sus asegurados, lo que facilita el traspaso o la liquidación de sus carteras.

Por tanto, "la exportación de las reformas reglamentarias y de las propuestas fiscales que se están contemplando para el sector bancario después de la crisis al sector asegurador constituiría una respuesta reguladora errónea a unos problemas que, en el mundo de los seguros, son escasos o inexistentes". Más aún: "La imposición de un marco regulador y de supervisión propio de la banca al sector asegurador desencadenaría una conducta al estilo "rebaño", que llevaría a todos los servicios financieros a comportarse de la misma forma".

De aplicarse esa exportación, se "provocaría un debilitamiento permanente del modelo de negocio de los seguros, deteriorando el papel potencialmente estabilizador que desempeña este sector para los ciudadanos, las empresas y la economía en su conjunto". Cuando precisamente "la existencia de modelos de negocio diferentes, estimulados por una regulación y una supervisión adecuadas y a la medida, genera en el mercado una diversidad que sustenta la estabilidad financiera global"

Fuente: capitalmadrid.info

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