Los seguros para tomadores de crédito es la nueva modalidad de cobertura de riesgo que se impone en la región y en nuestro medio, informó ayer Alberto Martínez, juez de primera instancia en lo civil y comercial, que disertó en el III Congreso Internacional de Seguros. Los más comunes en nuestro mercado son para los deudores de tarjetas de crédito y para la compra de vehículos.
“Es un seguro que está impuesto por una conveniencia comercial y no hay una ley que lo imponga. En nuestro medio, los bancos ya empiezan a desarrollar estos esquemas para dar préstamos”, señaló el juez de primera instancia en lo civil y comercial, Alberto Martínez, en la segunda jornada del XII Congreso Iberolatinoamericano de Derecho de Seguros y III Congreso Internacional que finaliza hoy en el salón del convenciones del Banco Central del Paraguay (BCP).
Añadió que el caso más común se da en las tarjetas de crédito. Las intermediarias, al suscribir el contrato con el cliente, hacen constar en el documento el “cargo seguro de vida”.
Cuando se toma un seguro por créditos, es una garantía que ampara el hecho de que si muere el tomador del préstamo y deje impaga la deuda, el seguro viene y paga esa deuda en lugar de transferirla a la familia. Otro caso frecuente en nuestro medio son los préstamos para compras de vehículos. Algunos bancos ya incluyen en el paquete del préstamo el seguro para el rodado.
Martínez resaltó que en otros países de la región, como Chile, los seguros contra incendio, contra muerte y terremoto son prácticamente obligatorios, aunque no exista una ley de por medio. Los bancos, para dar plata para la construcción, piden como requisito los tres seguros básicos mencionados y, en caso de que el cliente se oponga a adquirirlos, simplemente no le dan el préstamo, explicó.
Seguro obligatorio
Por otra parte, señaló que es un buen momento para que se empiece a hablar del tema de seguros obligatorios. Nuestro país es el único en la región que hasta el momento no cuenta ni siquiera con el seguro básico contra accidentes de tránsito. “La gente que se ve expuesta a un daño tiene derecho también a ser protegida en caso de que una persona realice una actividad riesgosa que le cause daño”, expresó.
En el caso específico de los accidentes causados por las motocicletas, señaló que generan un costo directo a la salud pública. Entonces, el Estado tiene dos opciones, o le impone un seguro obligatorio a favor de esas personas o impone un impuesto, y quién cargará con ese impuesto, se preguntó finalmente.
“Es un seguro que está impuesto por una conveniencia comercial y no hay una ley que lo imponga. En nuestro medio, los bancos ya empiezan a desarrollar estos esquemas para dar préstamos”, señaló el juez de primera instancia en lo civil y comercial, Alberto Martínez, en la segunda jornada del XII Congreso Iberolatinoamericano de Derecho de Seguros y III Congreso Internacional que finaliza hoy en el salón del convenciones del Banco Central del Paraguay (BCP).
Añadió que el caso más común se da en las tarjetas de crédito. Las intermediarias, al suscribir el contrato con el cliente, hacen constar en el documento el “cargo seguro de vida”.
Cuando se toma un seguro por créditos, es una garantía que ampara el hecho de que si muere el tomador del préstamo y deje impaga la deuda, el seguro viene y paga esa deuda en lugar de transferirla a la familia. Otro caso frecuente en nuestro medio son los préstamos para compras de vehículos. Algunos bancos ya incluyen en el paquete del préstamo el seguro para el rodado.
Martínez resaltó que en otros países de la región, como Chile, los seguros contra incendio, contra muerte y terremoto son prácticamente obligatorios, aunque no exista una ley de por medio. Los bancos, para dar plata para la construcción, piden como requisito los tres seguros básicos mencionados y, en caso de que el cliente se oponga a adquirirlos, simplemente no le dan el préstamo, explicó.
Seguro obligatorio
Por otra parte, señaló que es un buen momento para que se empiece a hablar del tema de seguros obligatorios. Nuestro país es el único en la región que hasta el momento no cuenta ni siquiera con el seguro básico contra accidentes de tránsito. “La gente que se ve expuesta a un daño tiene derecho también a ser protegida en caso de que una persona realice una actividad riesgosa que le cause daño”, expresó.
En el caso específico de los accidentes causados por las motocicletas, señaló que generan un costo directo a la salud pública. Entonces, el Estado tiene dos opciones, o le impone un seguro obligatorio a favor de esas personas o impone un impuesto, y quién cargará con ese impuesto, se preguntó finalmente.
Fuente: goseguros.com
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