Bogotá. El gasto anual por habitante en la compra de seguros de vida en América Latina alcanza 69 dólares al año, en tanto que en América del Norte se invierten cerca de 2.000 dólares.
El bajo desarrollo de aseguramiento en Latinoamérica también se observa al comparar el crecimiento que han registrado este tipo de seguros, frente a lo que viene sucediendo en Asia y Europa del Este. Tales resultados llevaron a la Federación Interamericana de Empresas de Seguros, Fides, en su Conferencia Hemisférica, a preguntarse por qué la penetración del seguro de vida en América Latina es tan baja y que se requiere para crecer.
Como explicaciones del bajo desarrollo de los seguros de vida se mencionaron: historia de crisis financieras y de inflación que han sido características en nuestro medio; la baja cultura del ahorro en América Latina; los altos índices de pobreza que dificultan la adquisición de seguros; la existencia de grandes sectores informales en la fuerza de trabajo que les margina de contacto con los sectores financieros de los países y la ausencia de una cultura financiera. Del lado positivo se destacó la importancia creciente de los sistemas de seguridad social, lo que nos haría menos propensos a cubrir los riesgos de mortalidad con seguros.
El país más exitoso en el desarrollo del seguro de vida en América Latina es Brasil. Sus autoridades han otorgado estímulos tributarios a los seguros de vida y a su componente de ahorro. Por su parte, el sector asegurador ha canalizado estos productos a través de todo tipo de asociaciones y establecimientos de crédito.
Así, la combinación de una política fiscal favorable en conjunto con la de comercialización ha permitido consolidar un auge en este tipo de aseguramiento. Otro país que ha hecho esfuerzos significativos es Chile. Su fórmula ganadora ha comprendido la desregulación y el estímulo a la economía de mercado, acompañado de la ampliación de la red de distribución, mediante la oferta de productos sencillos de vida con ahorro.
En el caso mexicano el Estado y el sector privado han unido esfuerzos para estimular los microseguros de vida entre la población de más bajos ingresos. Además de emitir una ley particular de estímulo a los seguros para los pobres, también se viene dando prioridad al componente de ahorro en los seguros de vida y a cimentar la confianza de los consumidores de seguros de vida.
¿Qué se puede decir sobre los seguros de vida en Colombia? En nuestro país la penetración, medida como el cociente de las primas emitidas sobre el Producto Interno Bruto del país alcanza el 0.8 por ciento y el gasto por habitante asciende a 30 dólares anuales, indicadores que están por debajo de los promedios de Latinoamérica. El número de asegurados en vida individual a finales de 2008 era casi un millón, mientras que en vida grupo de 10 millones.
Si bien es cierto que en nuestro país los seguros de vida no están siendo sujetos del Impuesto al Valor Agregado, IVA, y los beneficios por indemnizaciones están exentos del impuesto de renta, la realidad es que el componente de ahorro en los seguros de vida no tiene la exención de impuesto a la renta que se le otorga al ahorro en las Administradoras de Fondos de Pensiones y en las Corporaciones de Ahorro y Vivienda.
Si se extienden las mismas ventajas tributarias a todas las formas de ahorro, como se hace en algunos países, se estimularía, al mismo tiempo el ahorro y la protección de las familias contra el riesgo de mortalidad del jefe del hogar.
Fuente: La Republica
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